Flora y las Ruedas Amigas

Un hada ayuda a un pájaro con vehículos.

1

Flora y el Pájaro Perdido

En un bosque verde y susurrante, vivía Flora, un hada con alas como el rocío brillante. Una mañana soleada, encontró un pajarito diminuto y esponjoso en el suelo del bosque, piando tristemente. "Oh, pequeño, ¿estás perdido?" susurró. El pájaro asintió con su pequeña cabeza, señalando con un ala hacia un roble muy alto y distante. Flora sabía que su nido estaba allí arriba, pero era demasiado pequeña para llevarlo tan lejos. ¡Necesitaba ayuda!

2

Conociendo al Camión Amigo

De repente, un gran camión volquete naranja pasó retumbando. Se veía fuerte y amable. "¡Disculpe, señor Camión!" llamó Flora. "¿Puede ayudarnos? ¡Este pajarito necesita llegar a casa!" El camión se detuvo. "¡Claro! ¡Sube! Mis ruedas fuertes pueden con cualquier camino con baches." Flora y el pájaro se subieron a su gran caja. El camión condujo con cuidado, pero el camino del bosque era muy rocoso. El pájaro pió, sintiéndose un poco inestable. El camión era potente, pero este viaje necesitaba un viaje más suave.

3

El Autobús Suave y el Río

Pronto, llegaron a un río ancho y tranquilo. "¡Oh no!" exclamó Flora. "¡Usted no puede cruzar el agua, señor Camión!" Justo entonces, un suave autobús azul se acercó. "¡Hola! ¿Están en apuros?" preguntó amablemente. "Puedo llevarlos suavemente a través del río. ¡Mis neumáticos grandes y suaves son perfectos para caminos planos!" El camión ayudó cuidadosamente a Flora y al pájaro a subir al autobús. "¡Gracias, señor Camión!" saludó Flora. El autobús se deslizó suavemente por el puente, y pronto estuvieron al otro lado, más cerca del gran roble.

4

El Tren Sabio y el Nido

Desde la orilla del río, vieron el roble gigante, su cima casi llegando a las nubes. "¿Cómo subiremos allí?" se preguntó Flora. De repente, un sabio y viejo tren de vapor, que avanzaba por una pequeña vía serpenteante cuesta arriba, se detuvo a su lado. "¿A la cima? ¡Mis vías llevan directamente a las ramas más altas!" silbó suavemente. Flora y el pájaro subieron al pequeño tren. Chuf, chuf, hizo el tren, lenta y constantemente por la vía sinuosa. Pronto, estuvieron en la cima. Flora guio cuidadosamente al pajarito de vuelta a su acogedor nido. Los padres piaron alegremente. "¡Gracias a todos!" llamó Flora. El camión, el autobús y el tren tocaron sus bocinas y silbatos, felices de haber ayudado.

Moraleja de la Historia
Incluso los pequeños desafíos pueden superarse con trabajo en equipo y valorando las fortalezas únicas de cada uno.